LA BIBLIOTECA DE UNA LECTORA DE NOVELA ROMÁNTICA

¿Cómo explicar en pocas palabras una novela tan maravillosa como esta? Es una tarea imposible. Simplemente hay que leerla para poder descubrir la belleza y la emoción que se esconde tras las redes que teje magistralmente Deborah Smith. Esta novela, más que una novela romántica, es una novela que habla sobre el amor y el perdón. El amor entre un hombre y una mujer, el amor a la familia, los amigos; y el perdón, sobre todo el perdón hacia aquellos que más amamos y que, a veces paradójicamente, es a quien más cuesta perdonar.

El leit-motiv que une todas las tramas de la novela es una escultura de hierro en forma de oso. La escultura llega al pueblo de Ursula el mismo día de su nacimiento y es obra de un escultor desconocido y medio fracasado, el padre de Quentin. A partir de ese momento, la escultura marcará el destino de los Powell y de los Riconni, a veces de una forma trágica. Quentin vive una infancia llena de privaciones en Nueva York junto a su madre, que vive consagrada a la carrera artística de su marido. Mientras, Ursula, ve como la escultura marcará terriblemente su familia. La infancia de los protagonistas, sus sinsabores y desgracias, queda irremediablemente ligada a una escultura de hierro.

Décadas después, Ursula ha vuelto a la granja de su padre después de la muerte de este, para hacerse cargo de su hermano Arthur, que sufre un leve retraso mental desde su nacimiento. La vuelta al hogar para Ursula es un momento amargo. Después de fracasar en su negocio en Atlanta, se encuentra al cargo de una granja a la que no quería volver y con un hermano que es como un niño atrapado en el cuerpo de un hombre. Y sin apenas dinero. Y es en ese momento cuando aparece en su vida Quentin, el hijo del escultor del oso de hierro.

Quentin está decidido a comprar la escultura, que ahora tiene un valor que sobrepasa el millón de dólares. Y sólo lo hace por su madre, ya que para él, esa escultura simboliza el fracaso de su padre como hombre y marido y le recuerda uno de los momentos más amargos de su vida que lo ha llevado a ser un hombre incapaz de amar. Pero al llegar a Bear Creek, la vida de Quentin y todo lo que él había creído ser empieza a desmoronarse gracias a Ursula y a su hermano Arthur, que le enseñan que en la vida, además de la culpa y el dolor, también existe el amor y la amistad, y que tanto la alegría y la tristeza son caras de la misma moneda.

Esta es la segunda novela que leo de Deborah Smith y me ha gustado tanto como la primera que leí de ella: A Gentle Rain. Recientemente se publicó una novela de ella en español: El Café de Crossroads, así quien no lea en inglés puede escoger esta novela para saborerar las historias de Deborah Smith.


Valoración: 10